¿Qué hay en una palabra?

 

Henry Leo Bolduc

Traducción: Juan Jaime Marroquín Ahumada

 

Henry Leo Bolduc regresa a escribir en el Diario con algunos sabios consejos sobre el manejo del lenguaje en hipnosis. A pesar de que sus énfasis se  enfocan en hipnosis, su área especial, todo lo que dice se puede aplicar al trabajo con cualquier estado alterado de conciencia, sin importar como lo llamemos.

 

 

 

 

Nosotros, como hipnoterapeutas, estamos envueltos en una profesión única con vastas oportunidades. Sin embargo, algunos de los términos usados en el campo de la hipnosis pueden ser mal interpretados por el público. ¿Cómo maximizamos las fuerzas del campo terapéutico mientras minimizamos recuerdos de la era vaudeville?

 

Nuestro lenguaje profesional necesita ser renovado. Muchas palabras y frases usadas por hipnotistas en décadas pasadas están ahora fuera de tiempo, y frecuentemente engañosas. Algunos de nuestros términos nuevos son igualmente ambiguos y engañosos.

 

Como la sencillez es considerada la base de la honestidad, debemos llegar a tener términos sencillos que tengan significados precisos y desarrollar un lenguaje que pueda ser entendido por todos, uno que sea incluyente. Mediante este proceso podemos eliminar esos términos que parecen excluyentes, tendenciosos o elitistas, especialmente evitar palabras tontas y ridículas y lenguajes confusos.

 

Me gustaría ofrecer estas razones para mejorar la terminología hipnótica. Un vocabulario profesional refleja tanto lo referente a una profesión como el vocabulario de una persona. En mis viajes, impartiendo talleres en nuestro país y alrededor del mundo, he conocido muchos hipnoterapeutas y siempre he disfrutado de su compañía. Son gente maravillosa. Cada hipnoterapeuta representa – de algún modo – nuestro campo entero, y lo que es bueno para el campo de la hipnosis es bueno para cada hipnotista, y viceversa. Teniendo esto en mente, deseo alentar hacia un debate serio en el tema de cómo podemos mejorar nuestro vocabulario profesional, de esta manera mejoraremos nuestro desempeño colectivo en nuestro campo de trabajo.

 

            Más que inventar nuevas palabras y frases, sugiero que se eliminen palabras fuera de tiempo de nuestro vocabulario personal y profesional. Las siguientes seis frases y términos son unos pocos de lo muchos elementos a corregir:

 

1.      Bajo hipnosis, ¿Qué es lo que implica la frase? Es un concepto que genera miedo por una falta de control, o por una pérdida completa de control, cuando en verdad, las personas que experimentan hipnosis retienen una mayor capacidad funcional que en su estado de “consciencia” normal. En lenguaje corriente, decimos que es desafortunado estar “bajo el ambiente”, queriendo decir que uno está enfermo, o “bajo la influencia”, queriendo decir que uno está borracho o en las drogas. Es seguro que nuestra profesión ni necesita ni quiere estar asociada con tales conceptos negativos.

Una mejor frase es: Un individuo experimenta hipnosis. Esta es una afirmación positiva, fortalece a la persona involucrada y tiene la gran virtud de ser verdad.

2.       La/Lo Puse Bajo. ¡Qué afirmación tan tonta y atrevida!. Nadie puede hipnotizar a otros, la hipnosis es una experiencia interna basada en el consentimiento-nadie lo puede hacer para, o por otros.

Solo un tonto o un principiante (o un exhibicionista vodevil de viejos tiempos) diría “la/lo puse bajo”. Todo hipnostista inteligente sabe que la descripción del trabajo es crear un ambiente donde la hipnosis pueda ocurrir fácilmente. Creer o implicar lo contrario expone un cuestionable complejo de poder y una flagrante despreocupación por la integridad de otros.

Una mejor frase es: El hipnotista facilita la hipnosis.  Podrá ser humilde para algunos; pero en verdad es lo que hacemos.

 

3.      Susceptible. Esta es otra palabra fuera de tiempo. Se dice que las personas son susceptibles a cosas y condiciones que no desean, como un resfriado o una gripe. Por contraste, las personas son “receptivas” de las cosas que desean. Los individuos voluntariamente llegan a hipnosis para ayudarse a eliminar malos hábitos, o para crear nuevos que sean positivos, o para explorar su pasado, por lo que son receptivos para ello, no susceptibles. Receptivos es una mejor palabra.

 

4.       Sujetos. Esta es por mucho la palabra que debe ser inmediatamente borrada de nuestro vocabulario y de todo texto escrito dentro de nuestra profesión. Una persona no es un “sujeto de hipnosis”. El término es raramente usado hoy en día en cualquier otra profesión relacionada con la sanación y no debe ser usada en la nuestra. Trae consigo muchas connotaciones negativas e indeseadas. “Sujetos” fue usado en tiempos pasados, cuando estudios científicos en seres humanos eran hechos por primera vez; la palabra se sigue aplicando a animales de laboratorio. Cuando se usa en referencia a seres humanos, ya sea en terapia o estudios, implica que la persona no tiene control de sí misma y que simplemente está siendo manipulada y medida, como una rata de laboratorio corriendo en un laberinto. También tiene amplios significados de status interiores o subordinación, cómo alguien puede ser el sujeto de un rey o reina?. La Asociación Psicológica Americana  ha eliminado la palabra por décadas; recomiendan que la palabra “participante” sea aplicada a personas que se ofrecen voluntariamente para estudios de investigación, “paciente” para una persona que busca terapia. En investigación, otros términos buenos son “voluntario” y “co-investigador”. (Nótese el énfasis en el concepto de “voluntariamente”: La investigación con seres humanos no debe llevarse a cabo sin la voluntad o consentimiento de los participantes). Las mejores palabras son: participante, voluntario o co-investigador. O en situaciones de terapia simplemente “paciente”.

 

5.       “Hipno-investigador” e “Hipnoterapeuta” La diferencia entre estos dos términos frecuentemente se confunde en nuestra literatura y vocabulario profesional, quizás porque muchas personas en nuestro campo son las dos, pero estos dos términos tienen significados completamente distintos. Un “hipno-investigador” diseña estudios de investigación en donde él o ella utilizan hipnosis, analizan los datos, e interpretan sus sentimientos, pero sin metas primordialmente terapéuticas. Aun cuando la investigación esté diseñada a examinar una técnica en particular, para un resultado terapéutico, el hipno-investigador debe usar la misma técnica en todos los participantes, aún como hipno-terapeuta, el o ella sientan que alguna otra técnica ayudará mejor a la persona. Para el hipno-investigador, el enfoque está en el estudio de investigación como un todo. Ahora es tiempo de que el hipno-investigador se vuelva “hipno-terapeuta”. Entonces el hipnoterapeuta podrá usar esa otra técnica para ayudar al participante, quien ha asumido el papel de “paciente”. El hipno-terapeuta debe usar la hipnosis en todos sus ámbitos, quizás en conjunto con otros procesos, para alcanzar las metas terapéuticas del paciente. El enfoque del hipnoterapeuta son las metas individuales de cada paciente. Los hipnoterapeutas requieren los hallazgos de hipno-investigadores para mantenerse al día en nuevos descubrimientos y su aplicación a la terapia. Pero la investigación sola no tendrá significado si no tuviera aplicación. Nuestra profesión puede prosperar mejor separando primero, investigación y terapia luego. Convinándolas, sabiendo que la investigación avanza al conocimiento, la terapia aplica ese conocimiento el  mejoramiento y la sanación del paciente, y de la terapia surgen nuevas preguntas que responderá la investigación. Las dos son necesarias y trabajan juntas, pero no deben ser confundidas.

 

6.      “Ahora quiero que...” Es la frase mas limitada y egocéntrica usada en nuestro campo, y debe ser inmediatamente eliminada. Tanto Clark (1996) como Magiar (1997) han discutido anteriormente esta clase de postura autoritaria en el Diario, la frase en la mayoría de los casos traerá una respuesta negativa, creando preocupación inmediata en el paciente, por lo que resulta contraproducente. Mas alla, un hipnotista que usa esta frase puede limitar gravemente la capacidad de autodescubrimiento del paciente, porque implica que el paciente debe obedecer, debe hacer algo para satisfacer las necesidades y metas del hipnotista. De cierto modo, es otra forma de manipular a los pacientes como ratas en un laberinto, algo que ya mencione anteriormente, pero todos los terapeutas están ahí para guiar a los pacientes hacia sus metas y para ayudarlos a tratar sus propios problemas de la mejor forma para ellos. Mejores frases son: “Cuándo estés listo(a), si así lo deseas puedes...” “¿Te gustaría...?” Frases como ésta sugieren nuevas opciones a los pacientes y los fortalecen a tomar sus propias decisiones.

 

7.      Resistencia. Aquí ésta otra palabra muy usada y que debe ser eliminada, la palabra implica

que el terco paciente está incorrectamente haciendo algo mal “Resistiendo” a pesar de que puede hacerse inconcientemente. ¡Pero seguramente, nosotros los hipnotistas entrenados profesionalmente y con grandes habilidades, no estamos haciendo nada mal!. La realidad es que necesitamos examinar nuestro lenguaje y nuestras técnicas, y revisar nuestra postura frente al paciente. Quizá nosotros mismos creamos ésta “resistencia”; El Rapport y la confianza son esenciales en nuestro campo, y si no creamos un Rapport sincero con nuestro paciente, y un ambiente de importancia y comprensión, nuestro paciente será “resistente”. Mas que eso el Rapport y la confianza trabajaran de dos modos: Mientras más confiemos en la sabiduría interna del paciente, usaremos palabras y frases de mayor fuerza y menos técnicas autoritarias, confiando en nuestros pacientes para saber que hacer para encontrar su sanación, y en ése punto la resistencia desaparece. Una mejor forma de ver la resistencia en un paciente es preguntar que estamos haciendo mal. Crea confianza de las dos partes (de las dos partes) y la resistencia se desvanecerá.

 

CONCLUSION

 

      Debemos recordar siempre que no hacemos milagros, solo creamos una atmósfera para la autohipnosis del paciente y para un resultado exitoso de sus asuntos y problemas.

Aquí hay algunas preguntas para ponderar:

v      ¿Qué palabras, como hipnotista profesional, has encontrado que son engañosas o contraproducentes a tu trabajo?

v      ¿Qué palabras o frases utilizas rutinariamente que tengan inherentes conceptos negativos?

v      ¿Sigues usando frases antiguas que aprendiste relacionadas con estilos de hipnosis viejos y autoritarios?

v      ¿Qué tanto has perfeccionado tu vocabulario de hipnosis?

v      ¿Qué tanto, en tu propio modo has mejorado la hipnosis de una era fuera de tiempo hacia el nuevo milenio?

 

 

 

 

 

Seamos responsables de nuestra profesión, el trabajo que hacemos es excitante y productivo, somos innovadores pero siempre debemos recordar mantenernos en contacto con el sentido común general. Debemos aprender a usar un lenguaje claro y simple, de una manera poderosa y significativa. Palabras concisas, dichas con sinceridad y profundidad, tienen mayor importancia que un diluvio de palabras o patrones sin significado.

 

Nuestras palabras revelan mas claramente que cualquier otra cosa, quén y qué somos. Antes que cambiemos al mundo, debemos cambiar nosotros, antes que construyamos un mundo mejor, debemos mejorar nuestra pequeña parte de él, y lo podemos hacer renovando nuestro lenguaje profesional, especialmente en como nos expresamos y comunicamos nosotros mismos.

 

El futuro de la hipnoterapia  y la hipno-investigacion es mayor que el de muchas profesiones, mayor de lo que quizás pudiéramos imaginar ahora. , Para ser parte del crecimiento de nuestra profesión debemos permanecer abiertos a nuevos conocimientos, estar ansiosos en nuestra búsqueda de la verdad y la claridad, y valientes en el descubrimiento.

 

 

 

 

Clark R.      Referencias

 

(1996) La influencia del terapeuta en la terapia de vidas pasadas.

Diario de terapia de regresión. X, 1, 23-29

Magyar, T (1997) El paciente, el terapeuta y el uso ético del lenguaje

Diario de Terapia de Regresión. XI, 1, 27-35

 

 

HENRY LEO BOLDUC

Ha sido un hipnotista investigador por más de 35 años. En adición a su investigación es un famoso conferencista e impartidor de talleres y retiros internacionalmente reconocido, tanto en convenciones de la APRT como en Norte América y Europa, donde ha dado cientos de presentaciones. Él es un escritor prolífico, autor de varios libros, incluyendo Autohipnosis, Creando tu Propio Destino y El Viaje Interior: Regresiones a Vidas Pasadas y Canalización.

 

Diario de Terapia de Regresión, XII (1), Diciembre, 1998, 24-27